Una vez, una niña llamada Marta María quería matar a su gato , por que decía que era muy malvado, se comía los calcetines y los pendientes, le arrugaba los deberes y un día lo vio en el cuarto de la limpieza volando, con la luz apagada y con los ojos rojos. Ella se lo contó a todos sus amigos y ellos creían que estaba loca. Ya desesperada se lo contó a sus padres para que lo vendieran, pero en vez de venderlo llevaron a la hija al psicólogo por que creían que tenía un trauma o algo parecido.
Después de muchas sesiones, los padres veían que no mejoraba y que se estaban gastando el dinero para nada, hasta que un día pusieron cámaras de seguridad en la casa para ver todo lo que hacía el gato, lo vieron volando, con los ojos rojos y cambiando de color, asustados lo llevaron al veterinario y este le dijo que era un gato maldito y que lo mejor era deshacerse de el(matarlo), y lo sacrificaron. Los padres y los amigos se dieron cuenta de que Marta María llevaba toda la razón.
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