El final del nuevo traje del emperador
Desde aquel día el Emperador siguió su vida como si no hubiera pasado nada pero asegurándose de que iba bien vestido y no se compró ningún vestido nuevo, excepto que no tuviera brillo ninguno y oro, solo podía ser con colores fuertes que se vieran bien de lejos y dibujos grandes que sean buenos de identificar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario